Por Txomin Tellechea
No soy químico ni cocinero poco a poco os iré contando mi teoría personal sobre la estrecha y casi mística relación entre la cocina y la pintura. Curiosamente una ha sido y es mi pasión y la otra ha sido y es mi profesión. Quizá por ello me tome mi trabajo con tanta pasión.
LA PREPARACIÓN
Cuando un cliente nos pide orientación acerca de un producto hay una serie de temas que debemos dejar siempre muy claros para evitar posibles problemas y asegurarnos que el trabajo va a ser un éxito. Estos mismos temas nos valdrían en general para preparar una receta:
- Qué vas a pintar? No es lo mismo una pared, un suelo, una puerta de hierro, o de madera, al interior, exterior….la prescripción o saber escuchar al cliente y explicarle la pintura adecuada es clave; al igual que en la cocina, de nada me sirve que mi ajoarriero esté delicioso si a mi invitado no le gusta el bacalao!
- Prepara bien. La preparación es la clave, si vas a pintar una habitación, tapa bien, pon cinta, si puedes retira los muebles para evitar que se estropeen y si no cúbrelos con una lámina, si vas a pintar un suelo de hormigón líjalo, límpialo, bárrelo, si vas a pintar una puerta de metal elimina pinturas antiguas, lija, emplastece, en definitiva, prepara, prepara y prepara…. En nuestra receta seguro que limpiamos bien la tabla donde vamos a cortar, afilamos bien la herramienta de trabajo, pelamos las cebollas y los ajos, lavamos y cortamos todo de una manera uniforme verdad?, pues en la pintura lo mismo.
- Prueba. Nadie es perfecto y todos nos podemos equivocar. Si vas pintar, por ejemplo, tu casa de un color, no compres todo el color a la vez, llévate una pequeña muestra de pintura y pinta un trocito pequeño, te gusta?, a pintar!, no te gusta? no pasa nada, estás a tiempo, busca otro color que te vaya mejor y vuelve a probar, ahora sí?, pues a pintar!. Echarías toda la sal en una receta?, yo creo que no, es mejor ir poco a poco, probando, es mejor quedarte corto porque siempre lo puedes solucionar añadiendo, si te pasas el arreglo es mucho más complicado.
TERCER ERROR EN LA COCINA (y EN LA PINTURA): «La culpa es de la pintura, o la pintura (nuestro ajoarriero) es mala.«. Esto normalmente no suele ser cierto. En pintura la mayor parte de los problemas son debidos bien a una mala prescripción, una mala preparación o una mala aplicación. En nuestra receta es lo mismo que si tú te compras un plato de ajoarriero en un delikatessen sin saber que es bacalao y a ti no te gusta el pescado, o bien éste te lo comes frío o te lo intentas comer con unos palillos…el resultado va a ser catastrófico ¿verdad?
Ilustración base original tomada de Freepik.es
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